jueves, 7 de enero de 2010

parce qu'il est inévitable



Inevitablemente tengo que odiarlo. Lo culpo de mi soledad, de mi miedo a las personas, de mi desconfianza en general, de mi despecho. Que tuvo un impacto estruendoso en mí, eso es sabido; también que me hizo llegar a extremos incalculables e imposibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario